No es un problema de conocimiento, es un problema de cambio

Artículo Revista Mobil, la revista del metro de Alemania (Deutsche Bahn)

¿Es usted, como muchos otros alemanes que también tienen la opinión de que Alemania es el pionero en protección ambiental? Entonces creo que debo decepcionarlo.

Ciertamente, nosotros los alemanes hemos jugado un rol de liderazgo, cuando se trata de una posición firme para formular objetivos referentes a la prevención del cambio climático. Recordemos: En el Protocolo de Kioto la República Federal de Alemania anunció una reducción de las propias emisiones de dióxido de Carbono [CO2] del 21% en el 2012 con respecto a 1990. Alemania ha cumplido estos compromisos. De acuerdo con las últimas cifras de la Agencia Federal de Medio Ambiente, actualmente la cifra es de 23,8%.

También es cierto que China y USA son los países más contaminantes, siendo los responsables de casi la mitad de emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Nuestra parte de emisiones contaminantes corresponden solo a un bajo porcentaje. Pero después de esta disminución, la expulsión de CO2 ha ascendido nuevamente en el par de años pasados. El carbono que es casi el doble de CO2, como el gas natural causado, está experimentando un renacimiento. Al mismo tiempo disminuye según un estudio de la Asociación para la Investigación del Consumidor [GfK] en la población que aprueba el cambio del modelo energético. A veces se impone el icono, que muchos habitantes creen, en el que sería suficiente solo con comprar en los Bio-supermercados. Pero no es así.

En este contexto debemos intensificar nuestros esfuerzos en la prevención del cambio climático. Este recurso nos concierne a todos, a cada uno de nosotros.

El cambio climático global es una realidad. La tierra se está calentando, el nivel medio del mar aumenta y los climas extremos se intensifican. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático no deja duda de que la causa más importante del calentamiento global durante los 10 últimos años es la gente. Entonces fueron publicados por última vez en el 2013 5 informes de advertencia. Otras hipótesis aclaran sobre el calentamiento global, que fueron guiadas en campo, que la influencia del sol es científicamente no válida.

De la gran importancia en la lucha contra el calentamiento global, está la reforma del Régimen de Comercio de Emisiones de la EU. El núcleo del problema está en que hay demasiados certificados negociables asociados con la disminución de precios. Eso conduce a un efecto que detiene la administración del control de emisiones. Nuevamente la razón verdadera por la cual reaparece la marcha triunfal der carbono. La esperanza la hace el anuncio hecho por la ministra de Medio Ambiente Barbara Hendricks en la cumbre climática de la ONU en Nueva York en septiembre, para suprimir el certificado de dióxido de carbono del registro mercantil internacional. Es un paso acertado.

Pero hay todavía más por hacer. El problema climático está estrechamente vinculado con el tipo de energía en nuestro planeta. La generación de electricidad y calor se basa principalmente en la combustión de combustibles fósiles, tales como petróleo, gas natural y carbón. Entonces inevitablemente se escapa en el aire el CO2 como efecto invernadero acumulándose gradualmente. Y no importa hacia donde se escapa, distribuido sopesando su largo tiempo de permanencia en la atmósfera, aproximadamente unos 100 años, el CO2 actúa en todo el mundo. La proporción de CO2 en el aire ha alcanzado su nivel más alto desde que los humanos habitan la tierra. CO2 y otros gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso producidos por el ser humano, calientan la superficie terrestre y la atmósfera baja, esto es conocido hace más de 100 años. Desde hace rato no tenemos un problema de conocimiento, en vez de eso tenemos un problema de cambio.

El problema climático sólo puede ser resuelto a nivel internacional. La política mundial representa el calentamiento global, sin embargo, lo hace de forma pasiva. Consideraciones sobre el cambio climático como un impuesto mundial de hecho no juegan ningún papel. El lema actual es “El crecimiento a cualquier precio”. Este lema está puramente relacionado con términos económicos. Más crecimiento en este sentido significa más recursos, más energía y por lo tanto más emisiones. Esto último se ha aumentado desde 1990 en más de un 60%. Es una muestra de incapacidad. Las afirmaciones de los políticos, con las mismas ideologías,  podrían estar en el camino correcto y una y otra vez con los avances se lucrarían en la conferencias sobre el clima que se celebran anualmente, no se puede dar fé. Se debe decir claramente: La política mundial tiene que abordar el problema del clima frente a un monto de escombros. Hay como mucho algo como un sentido de protección climática.

También juega un papel el siguiente hecho: todos los países industrializados, también Alemania, dejan muchos bienes para su propio uso y desarrollo que también producen para países con Mercados Emergentes. Como resultado, las emisiones tienden a caer en los países industrializados, mientras se explotan países como China. Debido a que un País como China produce más Carbón de energía mixta que Alemania, no deja notar el aumento de nuestra producción de CO2. No obstante una ganancia no se le puede negar a Alemania. Hemos demostrado que las energías renovables están listas para usar y pueden llegar a ser bastante rentables. Incluso sin vivir en una zona apropiada, en Alemania la energía solar ha tomado su lugar. Eso se pudo enfocar en una retrospectiva, incluso ha sido el impulso decisivo de la construcción de los sistemas de producción de energía a nivel mundial. Sería de esperarse que se escribiera en algunas décadas al respecto. Alemania debe de cualquier forma progresar y expandir las energías renovables. También por interés propio.

Las actuales turbulencias en el medio oriente, así como en Ucrania muestran como puede ser quebrada la importación de energía. Alemania está bien asesorada en ser más independiente. No hay razón de pánico pero tampoco hay que menospreciarlo. El Calentamiento Global es un hecho y el hombre se revela como el principal responsable. Sin embargo, el cambio climático se desarrolla insidiosamente durante muchas décadas, y eso es lo que nos hace tan difícil a los humanos percibir lo suficiente para sentirlo. Además el sistema de la Tierra es demasiado complejo para ser capaz de calcular en detalle. De cierto modo, hacemos un gigantesco experimento con nuestro planeta. Nadie puede decir exactamente cómo va a salir, pero eso no es motivo para abstenerse de tomar medidas. Por ejemplo, ningún científico ha predicho sobre el Polo Sur un agujero de ozono, y las primeras mediciones de ozono en campo comenzaron en el año 1980 que primeramente se descartaron por erróneas. El sistema de la tierra sorprende bastante. Debemos jugar a lo seguro y no es muy agotador. Una cuarta parte de las emisiones de CO2 de la población en el aire, es inmediatamente absorbida por los océanos, por lo tanto, pone en peligro la acidificación de los océanos. Si no logramos disminuir sustancialmente las emisiones de CO2 en las próximas décadas, un desastre ecológico podría amenazar la acidificación del océano con consecuencias imprevisibles para los ecosistemas marinos.

Se necesita pensar a largo plazo. Ahora no sólo debemos hablar de las medidas de costo previsto, sino también de los costos que vamos a enfrentar en las próximas décadas si ahora no actuamos. Un vehemente cambio climático cambiaría el mundo hacia un detrimento de todas las personas en muchas maneras: la política ecológica, económica y de seguridad. El mundo necesita un ejemplo, Alemania debería ser uno de ellos. La transición energética alemana es correcta. Con éxito tendría un enorme efecto dominó en el resto del mundo. Pero el éxito de la transición energética también requiere lo que cada uno de nosotros se exige para que cada uno de nosotros aporte. El ahorro de energía es siempre útil: bueno para el medio ambiente y su billetera. La revolución energética es un asunto de toda la sociedad. La carga hacia un solo lado de los ciudadanos sería envenenar el clima social y sería una amenaza pare el éxito de la revolución energética.

Debemos usar las nuevas tecnologías que están listas para el cambio. La vinculación de la tecnología de la información y la energía renovable son enormes mercados del futuro. El crecimiento sin una desbordante necesidad de recursos es factible. El crecimiento verde es nuestro futuro. Por último no debemos olvidar el propósito original de la revolución energética. El punto es para limitar el cambio climático y así obtener las condiciones favorables de la vida en la Tierra para el beneficio de nuestros hijos y nietos.

Autor:  , Mobil Deutsche Bahn, Ejemplar Noviembre 2014.

Traducción: Gina Campuzano, 29 de Nov. 2014.

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